La gobernanza compartida es un modelo de gestión que descentraliza la toma de decisiones y distribuye el poder entre varios actores, fomentando la participación equitativa de todos los miembros de la Institución. El Seminario Bautista de México adoptó este enfoque para fortalecer el sentido de pertenencia, aprovechar la diversidad de conocimientos y perspectivas, y promover la transparencia en las prácticas laborales.